Investigadora galardonada explica la importancia de la conservación de la biodiversidad en ambientes productivos

Vie, 30 Oct. 2020 | 16:36

  

La Biól. Andrea Weiler Gustafson investigadora categorizada en el Programa Nacional de Incentivo a los Investigadores (PRONII) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) recibió el premio Carol & James Patton 2020 de la American Society of Mammalogists por su gran trabajo con los mamíferos en el Paraguay. En esta entrevista la profesional nos habla sobre sus inicios, la importancia de la conservación, el desarrollo sostenible y de su aporte a la ciencia paraguaya.

¿Por qué decidió involucrarse en la ciencia?

Desde muy chica tenía una marcada tendencia de estudiar y conocer los animales, siempre me llamaron la atención, sobre todo los silvestres, de ahí en más es que yo estudié la carrera de biología y empecé en el manejo de fauna silvestre.

Actualmente, estoy haciendo un doctorado en biología y conservación de la biodiversidad en la Universidad de Salamanca España, que espero defender mi tesis el próximo año.

Trabajo con mamíferos, pero también con otros taxones como son la herpetología (Estudio de anfibio y reptiles) en donde también tengo un trabajo científico importante y formo parte de varios equipos que estudian esa área. Ahora también trabajo con aves y con algunos grupos de escarabajos.

Básicamente dentro de lo que es la ciencia de la zoología, que es en lo que estoy especializada, trabajo mucho en lo que es conservación entonces no me limito a un grupo taxonómico en particular, sino que trato de abarcar las distintas ramas dentro de eso, dependiendo de los objetivos que uno pretenda conservar en un sitio dado.

¿Cuál ha sido su mayor aporte a la biología paraguaya?

Estoy trabajando fuertemente en lo que es la conservación de la biodiversidad en ambientes productivos, me parece que ese es el aporte más importante, trato de producir y conservar a la vez la biodiversidad en esos ambientes, el poder darles las herramientas a los productores agrícolas o ganaderos para la conservación.  Pero para eso debemos saber dónde se mueven esos animales dentro de los establecimientos.

A partir de esa información podemos saber cuáles son sus requerimientos y tratar de darles algunas recomendaciones a los dueños de los establecimientos para que puedan tomar las medidas necesarias para la conservación de las especies en el territorio. Lejos de pensar que los parques nacionales o áreas protegidas son los únicos lugares que deberían conservar la naturaleza.

La naturaleza se debe conservar en el ambiente que nos rodea, desde el patio de la casa, el campus de la universidad hasta los ambientes agropecuarios. Trato de acercar la brecha entre la producción y la conservación para lograr una armonía o por lo menos una convivencia.

Sabemos que la modificación del recurso o hábitat puede ser muy drástica en algunos sentidos y que en ambientes productivos no vamos a poder conservar toda la diversidad de especies originales, pero sí estamos convencidos de que los productores pueden conservar una gran cantidad y que con esas áreas de reserva que se les exige dejar por la ley forestal que es el 25%, es de suma importancia para las especies que no toleran esas modificaciones que se realizan en sus ecosistemas.

¿En qué zonas del país se desempeña?

Trabajo básicamente por todo el país, ahora mientras me entrevistan estoy entre Itapúa y Misiones, evaluando la biodiversidad de los arrozales, mediante un proyecto financiado por el CONACYT, tengo otra investigación también financiada por la institución que pretende evaluar el estado genético de las poblaciones de carnívoros en el Chaco, también estoy trabajando con otro ente en un programa de monitoreo de los jaguares y sus presas naturales en las reservas del Mbarakajú e iniciaremos en el Mborombí también, diría que me voy moviendo por el país en lugares en donde pueda aportar y colaborar con programas de conservación.

¿Podría hablarnos sobre el premio que ganó?

El Premio Carol y James Patton, si mal no recuerdo comenzó a otorgarse en Paraguay desde el año pasado, y la ganadora del 2019 fue Mirian Velázquez de la Fundación Moisés Bertoni. La Asociación Paraguaya de Mastozoología pretende dar este reconocimiento cada año con la ayuda de la American Society of Mammalogists (ASM), este año la temática del premio fue para una persona que esté haciendo un doctorado y que tenga una trayectoria en el área.

Este premio es importante en muchos sentidos, uno es el reconocimiento del trabajo y la labor, muchas veces el reconocimiento en la familia es rápido, pero el reconocimiento de los pares es mucho más difícil de ganar, porque realmente se convierte en algo meritorio, tenés que haber hecho algo en tu carrera profesional para que te lleven en cuenta.

Además, este premio me hace socia de la ASM, por lo que puedo concursar por fondos de investigación de ese ente. Para el científico contar con fondos para seguir con sus proyectos es sumamente importante.

También el premio me otorga descuentos y tarifas en el momento que quiera publicar los resultados de investigaciones en revistas norteamericanas, eso generalmente es difícil y costoso, porque uno tiene que pagar en estas revistas que son de acceso abierto para que los investigadores puedan leer de manera gratuita. Asimismo, permite descuentos en congresos, tiene múltiples beneficios desde el punto de vista académico y científico.

  

¿En qué proyectos se encuentra trabajando actualmente?

Son varios, uno por ejemplo trata sobre la diversidad genética de carnívoros, con énfasis a los amenazados en el Chaco, queremos determinar a partir de muestras de ADN, cuál es el estado genético de esas poblaciones y de qué se alimentan mayormente, se realizará mediante colecta de heces. Tengo un trabajo similar en el sur, en la zona de Misiones e Itapúa en el que se realiza un monitoreo de la biodiversidad en sistemas de producción de arroz, estamos en la etapa de recolección de campo, este estudio está a cargo de la Prof. Karina Nuñez, ambas investigaciones financiadas por el CONACYT.

También gracias a un filántropo anónimo que donó dinero a una ONG de conservación estoy involucrada en un proyecto sobre monitoreo de jaguares en el bosque atlántico, que estoy haciendo en la reserva del Mbarakajú con los profesionales que conforman la Fundación Moisés Bertoni y otros que trabajan en la Organización Mundial de Conservación – Paraguay (WWF).

¿Por qué es importante que los agroganaderos convivan en armonía con el ecosistema?

La percepción de los productores está cambiando mucho, se dan cuenta de la importancia de integrar prácticas de manejo ambiental con prácticas de manejo tradicional.

Hace algunos años con la convocatoria de proyectos de investigación del CONACYT también participé en un proyecto que se realizó en el Chaco sobre el monitoreo de los jaguares y uso de técnicas antidepredatorias para disminuir el ataque al ganado por parte del jaguar.

Las técnicas que probamos en aquel entonces fueron exitosas y hasta hoy en día seguimos acompañando a esos productores agropecuarios. Ellos se hacen cargo de los gastos de traslado, de comprar los materiales, entre otras cosas. Este tipo de iniciativas de conservación tienen un impacto a largo plazo, y nosotros como investigadores tenemos la responsabilidad de continuar sosteniendo esos lazos que se iniciaron con los fondos de los proyectos.

Desde la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Asunción (FACEN – UNA) acompañamos a través de programas de extensión universitaria, esto quiere decir que no le estamos cobrando al productor el asesoramiento, lo hacemos gratuitamente como academia, a partir de un conocimiento científico generado gracias a recursos del CONACYT.

¿Qué le parece las políticas públicas sobre conservación?

En el 2014 salió una ley de Conservación del jaguareté, que nació para darle una protección extra al mamífero, porque al ser una especie en peligro de extinción la ley ya lo protegía, pero hubo un problema en la redacción, porque le considera al jaguareté un invasor de su propio territorio y dice en su artículo tres que si el animal ingresa a un territorio privado y representa un peligro para la vida del ganado, entonces el productor puede llamar al Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES) y este buscar la forma de “remover” a ese animal, eso se debe cambiar.

La ley salió directamente del Congreso, y no pasó por ningún especialista del área, se hizo con buena intención, pero se puede hacer un mal uso de la misma, en el sentido de exigir que se retiren todos los jaguares de las propiedades, entonces todos vamos a perder, porque está en peligro crítico de extinción y no nos podemos dar el lujo de ir a los establecimientos ganaderos a sacarlos, porque algunos comen ganado.

Debemos trabajar con los productores porque los jaguares estaban antes que nosotros pongamos los campos ganaderos, cuando inició todo el tema de la ganadería en el Chaco jamás se pensó que se estaba metiendo alimento en el hábitat del animal y que esto iba a terminar en un conflicto.

Tenemos que buscar otras soluciones, no retirarlos de su territorio, porque entonces no podemos hablar de desarrollo sostenible, si vamos a quitar a todas las especies que consideramos conflictivas no estamos conservando, estamos haciendo una defaunación, y es en eso que yo trabajo, tratar de que se pueda producir, pero con las especies nativas dentro del área.

¿Qué le recomienda hacer a la gente que se encuentra con un jaguar?

Yo me he encontrado con el jaguar, es una especie muy tímida, siempre va a tratar de alegarse de los lugares en donde note la presencia humana, no se deja ver mucho. Hay otras situaciones como cuando matan a una vaca, debemos saber que ese es su alimento, jamás esta al amanecer, a la tardecita o por la noche cerca del ganado muerto.

Cuando uno se encuentra con este animal, debe tratar de mantener la distancia y alejarse lentamente, nunca le den la espalda, que vea que se le está mirando y se debe retroceder, hay situaciones que pueden ser riesgosas, porque el jaguar es un depredador grande y se tiene que entender eso, a parte si tiene una cría pequeña, siempre la va a defender, pero son cosas que pasan de uno en un millón.

 

¿Qué les diría a los jóvenes que quieren involucrarse en la ciencia?

A los chicos que quieren formarse como científicos les digo que ellos tienen un arduo trabajo, pero todo se puede y es cuestión de tenacidad y voluntad. Uno tiene que querer hacer eso y tiene que ser constante, darse por vencido ante el primer fracaso o la primera dificultad es lo que no tienen que hacer, siempre llegamos a la meta con la constancia y la perseverancia. Deben encontrar una vía para lograr sus objetivos.

Sabemos que los países en donde la ciencia no está afianzada y donde recibe pocos fondos y recursos es doblemente lento y  costoso llevar adelante las acciones, es una de las cosas que podemos agradecer mucho los científicos en la actualidad al CONACYT porque en la última década se ha revertido muchísimo y por primera vez estamos hablando de proyectos de investigación a largo plazo y con retribuciones científicas importantes con una financiación y apoyo del Gobierno, esperemos que esto se mantenga y que los jóvenes ya no tengan que salir afuera para hacer ciencia.

Weiler está categorizada en el nivel I del Programa Nacional de Incentivo al investigador – PRONII, además forma parte de varios proyectos, ambos financiados por el CONACYT, a través del Programa PROCIENCIA con apoyo del FEEI.