Ciencias Médicas y de la Salud

María José Fernández

Mar, 02 Abr. 2024 | 11:23
Cargo y especialidad: 
Bioinformática

Es docente investigadora del Grupo de Bioinformática (GBI), de la Facultad Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción (FP-UNA). Realizó el doctorado en Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CIB-CSIC) y un postdoctorado en el Weatherall Institute of Molecular Medicine (WIMM) de la Universidad de Oxford. Su principal línea de investigación se relaciona con la diferenciación celular y el cáncer. Se encuentra categorizada en el Nivel III del Programa Nacional de Incentivos a los Investigadores (PRONII) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT).

¿Cuándo y cómo nació su interés por la investigación científica?

Desde pequeña tuve curiosidad por entender cómo funcionan las cosas y cómo son por dentro. Siempre me gustaron los desafíos, ir más allá, no conformarme.

¿Por qué decidió dedicarse a la investigación?

Cuando descubrí, gracias a mi padre, que existía la carrera de Biología en la FACEN -UNA, no tuve dudas de que eso era lo que quería estudiar. Abandoné el cursillo de medicina para estudiar Biología. A lo largo de la carrera tuve profesores que me sirvieron de inspiración, como el Dr. Gabriel Parra. En el último año de la carrera realicé una pasantía en el Laboratorio de Medicina Tropical del IICS-UNA donde tuve la oportunidad de participar en trabajos de investigación y ver cómo trabajaban los investigadores. Ahí fue cuando decidí dedicarme a la investigación.

¿Cuáles son sus principales líneas de investigación?

Mi trabajo de investigación se centra en el estudio de la regulación de la expresión génica y su relación con el proceso de transformación de las células tumorales. Utilizamos un abordaje multidisciplinario con técnicas de Biología Celular y Molecular, Análisis Bioinformáticos y Simulaciones Computacionales. En marco de los estudios sobre la relación entre el Virus del Papiloma Humano (HPV) con distintos subtipos de lesiones precancerosas y cancerosas del pene, en colaboración con el Instituto de Patología e Investigación (IPI) y otros, trabajamos en la obtención de resultados que tengan un impacto en el diagnóstico patológico.

¿Tuvo algún mentor o tutor que haya marcado u orientado su línea de investigación más importante? Si lo tiene ¿Quién es o fue, y qué fue lo que más le inspiró de esa persona?

A lo largo de mi carrera me he encontrado con muchos investigadores que han marcado mi carrera. En la etapa del doctorado, la Dra. Dora B. Krimer y el Dr. J. Bernardo Schvartzman, tuvieron una gran influencia en mi formación como investigadora, ambos fueron un ejemplo de compromiso y rigor científico. Los considero mis padres científicos. A mi regreso al Paraguay, el Dr. Antonio Cubilla se convirtió en un referente y en una inspiración para seguir comprometida con mi labor como científica.

¿Cuántos artículos ha publicado? ¿Sobre qué temas?

He publicado un total de 32 artículos completos en revistas internacionales arbitradas, un artículo completo en una revista no arbitrada y 9 artículos resumidos en revistas internacionales arbitradas. Los temas de investigación han sido la Topología del ADN y su relación con las topoisomerasas y la replicación del ADN; la expresión génica y diferenciación celular en células eritroleucémicas; y la relación de HPV con los distintos subtipos de lesiones neoplásicas del pene.

¿Cuál cree usted que ha sido el aporte más significativo que ha dado a la ciencia y al Paraguay en sus años de trabajo?

El aporte más significativo es la generación de conocimiento y la formación de nuevos investigadores. Considero que tanto la generación de conocimiento como la formación de una masa crítica de investigadores, tendrán un impacto positivo en el futuro de la ciencia en Paraguay, así como en la toma de decisiones en áreas fundamentales como educación, salud y economía, todo lo cual se verá reflejado en una mejora de la calidad de vida de nuestra sociedad.

Por otro lado, quiero destacar el montaje y puesta en marcha del Laboratorio de Bioinformática, en el Núcleo de Investigación y Desarrollo Tecnológico (NIDTEC) de la Facultad Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción (FP-UNA). El mismo cuenta con el equipamiento básico para trabajar con técnicas de Biología Molecular (extracción de ADN y proteínas, PCR, southern y western blot, electroforesis, etc) y Cultivos Celulares.

  

¿En qué se encuentra trabajando actualmente?

Actualmente me encuentro trabajando en colaboración con investigadores del IPI (Paraguay) en la elaboración de artículos científicos sobre resultados de identificación de genotipos de HPV en carcinomas mixtos del pene. También estoy involucrada en la elaboración de manuscritos para la publicación de un protocolo experimental para la separación, mediante electroforesis bidimensional, de distintas familias de toposoisómeros de ADN plasmídico.

¿Cuáles son sus sueños o metas relacionados a la ciencia y a la investigación?

Poder abrir camino para que los nuevos investigadores puedan dedicarse plenamente a trabajar en ciencia en un ambiente favorable y estimulante, y que esto actúe como un efecto multiplicador y mejore el nivel y la calidad de la educación universitaria en nuestro país.

¿Qué espera de la juventud que se dedica a la ciencia y a la investigación?

Que puedan dar todo su potencial, y que eso se traduzca en su propio bienestar, el de toda la comunidad científica y la sociedad. Tenemos jóvenes muy capaces que solo necesitan la oportunidad para formarse y poder dedicarse a la investigación. Hoy por hoy no contamos todavía con una carrera del investigador, muchos jóvenes investigadores no tienen la oportunidad que necesitan para incorporarse al ambiente académico.

¿Le ha pasado algo curioso o anecdótico durante alguna investigación?

Mientras estaba haciendo una pasantía en el Laboratorio de Medicina Tropical (IICS-UNA), tuvimos la visita de un investigador extranjero del Imperial College (Londres), que venía a colectar muestras de armadillo (tatu), porque podía ser un posible reservorio del parásito responsable de la enfermedad de Chagas. Yo estaba tan entusiasmada con la investigación y con colaborar en algo, que conseguí que un tío me preste una camioneta, y un amigo nos acompañe, para poder colectar las muestras. Fuimos al Chaco y durante unos días acampamos y pusimos trampas pero no conseguimos capturar ningún ejemplar. Ya entrando en desesperación porque este investigador vino de tan lejos y no conseguíamos, llegamos a contactar con cazadores furtivos pero tampoco tuvimos éxito. Finalmente, llegamos hasta Campo Loro (Boquerón) donde nos encontramos con nativos del lugar, les pedimos ayuda y luego de aclarar que no querían ningún trato con paraguayos, al otro día apareció cada uno con uno en la mano. Así nos ayudaron a colectar muchos ejemplares que pudimos llevar, primero a mi casa y, después, al laboratorio. Luego de colectar las muestras, los animales fueron nuevamente liberados.

¿Qué les diría a los que desean dedicarse a la investigación?

Que trabajar en ciencia es apasionante, pero que, al mismo tiempo, es una carrera de fondo, con muchos altibajos. Requiere mucha dedicación y paciencia. La investigación científica implica trabajar en equipo, estar en un ambiente motivador y estimulante es fundamental. Por este motivo también es muy importante la calidad de la educación, el postgrado, el tutor/a y el grupo de investigación donde van formarse como investigadores.

Finalmente, podría contarnos ¿cómo ha avanzado la investigación en el país?

En mi opinión, la investigación ha dado un importante salto a partir de la creación e implementación del programa PROCIENCIA por parte del CONACYT. El mismo ha sido fundamental para la creación y fortalecimiento de programas de postgrado con orientación científica, la ejecución de proyectos de investigación, creación de redes nacionales e internacionales, estímulos para investigadores, adquisición de equipos y mejora de la infraestructura, así como becas para formación. Como resultado, se ha aumentado la producción científica, se han formado nuevos investigadores y grupos de investigación competitivos en distintas áreas. Creo que, por primera vez, están dadas las condiciones para hacer ciencia y tecnología de calidad en el país.

Área de la Ciencia: 

María del Carmen Hellión

Vie, 05 Feb. 2021 | 10:36
Cargo y especialidad: 
Química Farmacéutica

Es docente investigadora del Laboratorio de Farmacología del comportamiento, de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Asunción (FCQ-UNA). Realizó la especialización en Farmacología, de la Universidad Médica y Farmacéutica de Toyama (Japón). Su línea de investigación en plantas medicinales es la Farmacología del comportamiento y desde el 2011, se encuentra categorizada en el Nivel II del Programa Nacional de Incentivos a los Investigadores (PRONII) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT).

En esta entrevista, nos cuenta por qué decidió dedicarse a la investigación y cómo empezó su interés por la ciencia. Además, nos habla de sus trabajos actuales y de sus aportes para la ciencia paraguaya.

¿Cuándo y cómo nació su interés por la investigación científica?

Primero lo soñé, mi pasión siempre fue investigar algo nuevo, innovar y con ello dejar huellas de mi labor, en beneficio del país. Cuando fui becada al Japón, empecé a plasmar esa bella realidad.

¿Por qué decidió dedicarse a la investigación?

Primero que nada, no me gusta la rutina me encanta el dinamismo de la vida. Para mí, investigar es crear, abrir horizontes, forjar la mente y estoy apasionada por la maravilla natural del funcionamiento del sistema nervioso central, las neuronas y por tanto en la neurociencia. Si llegásemos a comprender la importancia de cuidar nuestra salud mental, toda nuestra integridad, sabríamos que nuestro bienestar depende del buen manejo de las informaciones que llegan y salen de nuestro cerebro. Probablemente, no dependeríamos de tantos medicamentos, ni de factores que nos esclavizan de por vida afectando nuestra calidad de vida.

¿Cuáles son sus principales líneas de investigación?

Mi principal línea de investigación, está focalizada en la evaluación fármaco-toxicológica de las plantas medicinales del Paraguay empleadas como ansiolítico, antidepresivo y últimamente plantas empleadas para el dolor y la inflamación, entre otras. La Farmacología del comportamiento, es parte de las neurociencias, y dentro de la misma realizo experimentos utilizando distintos modelos animales (de ansiedad, depresión, dolor, inflamación) a efectos de identificar, reconocer o rescatar plantas con potenciales sanitarios relevantes en condiciones preclínicas y que puedan servir de base para estudios clínicos a corto plazo.

¿Tuvo algún mentor o tutor que haya marcado u orientado su línea de investigación más importante? Si lo tiene ¿Quién es o fue, y qué fue lo que más le inspiró de esa persona?

Tuve varios mentores. Todos los investigadores japoneses con quienes he trabajado y los investigadores del Departamento de Farmacología de la Escola Paulista de Medicina fueron indispensables en mi formación. Los primeros me deslumbraron con la tecnología de punta y los segundos me ayudaron a aterrizar en la realidad latinoamericana. Todos mis mentores fueron investigadores que marcaron mi formación y entusiasmo por la ciencia. Tengo que recalcar que, cada uno a su manera, me fortaleció; con su don de la humildad, el don de gente, de compartir conocimientos sin egoísmo y con valores, fue una influencia insondable hasta hoy día. Lo que recibí es invalorable, no me queda otra que retribuir haciendo lo mismo con nuestros jóvenes quienes son los recursos presentes para la sostenibilidad de la formación del mañana. La ciencia me brinda alegría profunda de vivir, no me da tiempo a una vida sin compromisos ni de vivir en frustraciones permanentes.

¿Cuántos artículos ha publicado? ¿Sobre qué temas?

He publicado alrededor de 20 artículos con el equipo de farmacología, sobre efecto ansiolítico, antidepresivo, antiagresivo, antihipertensivos, hepato y nefroprotector de plantas medicinales por administración aguda o crónica en ratones.

¿Cuál cree usted que ha sido el aporte más significativo que ha dado a la ciencia y al Paraguay en sus años de trabajo?

Considero que el aporte más significativo es la generación de nuevos conocimientos y la formación de recursos humanos en ciencias. Estos conocimientos o RR HH formados, permitirán más tarde o más temprano, la toma de decisiones en la implementación de Políticas públicas de alto impacto en educación, salud y economía mejorando gradualmente la calidad de vida de nuestros conciudadanos.

Además, puedo mencionar la capacidad real instalada en Farmacología del Comportamiento, dentro del Departamento de Farmacología, en la Dirección de Investigación de la Facultad de Ciencias Química de la Universidad Nacional de Asunción (FCQ-UNA) es una realidad. La capacidad de diseño, construcción y validación de equipos para evaluar la influencia de plantas medicinales sobre el comportamiento de los animales (Laberinto en Cruz elevado para evaluar actividad ansiolítica, natación forzada y suspensión caudal para evaluar actividad antidepresiva, placa perforada o Hole-board, campo abierto, barra giratoria etc.) hace sostenible y sustentable esta noble actividad. Todos permiten evaluar el perfil de actividad locomotora, exploratoria y parámetros etológicos. Dependiendo del diseño experimental del trabajo, pueden ser asociados más de un instrumental para responder a las cuestiones centrales de lo investigado.

En el mismo sentido, en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Itapúa, se ha creado e implementado capacidades mínimas en Farmacología experimental contando actualmente con un Bioterio (Centro de animales), contrapartida del proyecto 14-INV-025 financiado por el CONACYT e instrumentales para estudios comportamentales, así como para evaluar el dolor e inflamación experimental.

¿Cuáles son las limitaciones para realizar investigación en Paraguay?

En Paraguay existen limitaciones estructurales que deben ser desmontadas. Por un lado, las universidades nacionales no logran focalizar cuáles son sus metas prioritarias. Aquí los investigadores no están escalafonados. Por otro lado, el Estado no tiene la dinámica requerida para la actividad científica y se tiene miedo a los científicos. La aparición del CONACYT ha dado un gran impulso a la Investigación Científica en el Paraguay. A partir del CONACYT adquirimos visibilidad. Actualmente, la limitación grande que tenemos es la falta de renovación de equipamiento analítico de punta. Contamos con laboratorios con equipamientos analíticos obsoletos y con el agravante de que las compras públicas son inadecuadas e impredecibles y los recursos siempre son insuficientes para equipamiento pesado. Además, la burocracia engorrosa, que, asociados con proveedores inescrupulosos, pueden desanimar la investigación y el futuro de los científicos.

¿Qué cualidades se necesitan para hacer investigación en Paraguay?

Se requiere de disciplina, mucha paciencia, y perseverancia.

¿En qué se encuentra trabajando actualmente?

Con la situación de la pandemia estoy centrada en:

1- Evaluación y Tutorías de Maestrías en Ciencias Biológicas, financiadas por el CONACYT.

2- Elaboración de manuscritos para la publicación de resultados de Proyectos recientemente concluidos.

¿Cómo ve el rol de la ciencia para frenar la expansión de la COVID-19?

El rol de la ciencia es fundamental, solo que el tiempo limita el accionar de la misma. Muchos paradigmas utilizados en la producción de medicamentos (basados en la evidencia) no son aplicables en esta instancia. A mi criterio frenar la expansión de la COVID-19, está en fortalecer la educación. Si se le da cabida, la ciencia puede frenar y revertir las dificultades educativo-sanitarias mediante los recursos humanos capacitados. Al no contar con recursos humanos capacitados, se ofrece una tremenda debilidad a los problemas emergentes para el sistema de salud. Por ello, lo más importante es seguir capacitando a los jóvenes y qué mejor momento para incentivar la Investigación Científica sabiendo que "el que canta es el canario y no la jaula"

¿Cuál es la importancia de la investigación en el contexto de la pandemia por el coronavirus?

La investigación científica es el ámbito natural donde se encontrarán las soluciones. Sus herramientas darán con la clave y los criterios para resolverla. Ser críticos, no dar todo por sentando, ni tampoco llegar al extremo de cuestionar todo sin fundamentos, son características que permitirán acercar soluciones al tema.

¿Le ha pasado algo curioso o anecdótico durante alguna investigación?

Con relación a la historia o anécdota que me impresionó, puedo mencionar la experiencia enriquecedora, ocurrida en el interior del país, dentro de un proyecto de conservación de bosques y rescate del uso de plantas medicinales, en donde un componente de los trabajos era el apoyo a escuelas primarias mediante talleres de popularización de las ciencias. Realizamos experimentos caseros de ciencias naturales, química, física y biología para atraer la atención de las criaturas. Los niños de primaria se mostraban impresionados con todas las actividades que compartimos, pero las aptitudes desarrolladas de manera espontánea, hacia el compromiso de querer realizarla, fue demostrativo de que el talento puede aflorar cuando se estimula con alegría, espontaneidad y apertura. Se involucraban desde el inicio y cada uno se enganchaba con las actividades con gran compromiso y fue un deleite percibir las ganas, las fuerzas, las energías constructivas desplegadas en busca de un logro impensable para estos niños de un recóndito lugar, de un simple vivir pero que como estopa embebida con combustible se enciende ante la chispa de la ciencia y permanece iluminado y ojalá para siempre. La educación temprana en ciencias debe ser una norma en nuestro país.

¿Cuáles son sus sueños o metas relacionados a la ciencia y a la investigación?

Como docentes tenemos un semillero de jóvenes formados en la Ciencia, tanto en nuestro país como en el extranjero. Ellos son nuestra mayor riqueza y orgullo; y sueño que el semillero que retorna sea incorporado en las universidades y así vaya incrementando y produciendo la revolución humana-tecnológica necesaria, apegada y basada en los valores.

¿Qué les diría a los que desean dedicarse a la investigación?

Que el mundo de la ciencia es apasionante y si la vocación va de la mano, la alegría de vivir estará en cada proceso mental conducente al bien común. La investigación científica es el medio real y auténtico que podrá sostener el desarrollo y la innovación en el Paraguay por su incidencia directa en la academia, donde está abocada la labor de todo científico. Trabajar en ciencia es apasionante, nos permite crear, innovar, cultivar valores como la paciencia, la humildad, la solidaridad, a trabajar en equipo. Sobre todo, nos brinda la alegría de que con la sumatoria de nuestros esfuerzos se generen soluciones a los acuciantes problemas del país.

¿Cuál sería su mensaje para los médicos jóvenes y para los profesionales de la salud que trabajan para combatir la COVID-19?

Que basen sus esfuerzos en la parte humana, para fortalecer la educación, que es la base preponderante, no solo para enfrentar esta pandemia, sino todos los problemas emergentes del país. Que inviertan en su formación.

Por otra parte, a los médicos jóvenes, es necesario que se les respete sus derechos humanos (focalizado en un único sitio laboral) y las herramientas de labor (tiempo, recursos y espacios) para generar conocimientos prioritarios para la nación.

Área de la Ciencia: 

Nilsa González Brítez

Mié, 04 Mar. 2020 | 17:08
Cargo y especialidad: 
Bióloga

 

 Es Doctora en Parasitología y Entomología Médica. Se desempeña como responsable del área de Entomología Médica, del Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Salud (IICS) de la Universidad Nacional de Asunción (UNA). Actualmente, se encuentra categorizada en el Nivel II del Programa Nacional de Incentivos a los Investigadores (PRONII) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT). Sus principales líneas de investigación son Eco epidemiología y genética poblacional de vectores y parásitos de enfermedades tropicales; epidemiología y genética de Leishmaniosis; y Mutaciones asociadas a resistencia de vectores de importancia médica.

En esta entrevista, nos cuenta cómo empezó su interés por esa área de la ciencia y decidió dedicarse a la investigación. Así también, nos habla de sus trabajos actuales y de sus aportes para la ciencia paraguaya. 

¿Cuándo y cómo nació su interés por la investigación científica?

Mi interés nació desde niña, porque me gustaba investigar, descubrir cosas, me llamaban la atención la ciencia y la medicina. Los resultados de los tests psicotécnicos que me hacían en el colegio siempre apuntaban a las áreas de la salud o de la investigación científica. Siempre supe que me dedicaría al área de salud.

¿Por qué decidió dedicarse a la investigación?

Realmente, porque me gustaba, era algo que desde siempre me interesó, investigar, descubrir cosas nuevas, ayudar a las poblaciones más vulnerables, principalmente para mejorar su salud  y aportando al menos con un granito de arena. Uno va incursionando en lo que le gusta, poco a poco, hasta dedicarse exclusivamente a áreas específicas del conocimiento.

¿Cuáles son sus principales líneas de investigación?

Las principales líneas que están activas en el laboratorio son tres, la primera es epidemiología y genética poblacional de vectores transmisores de enfermedades negligenciadas (olvidadas); la otra línea de investigación es dedicada al área de resistencia de los vectores, ahora estamos trabajando con el mosquito Aedes aegypti; y la otra línea que estamos llevando a cabo con algunos proyectos y con estudiantes de grado, es la leishmaniasis, específicamente la Leishmaniosis visceral.

De vez en cuando aparecen algunos estudiantes que quieren trabajar con la enfermedad de Chagas, pero más que con el parásito, yo trabajo con el vector, nuestra área es entomología médica (estudio científico de los insectos). Entonces, con algunos estudiantes hacemos estudios experimentales con los triatominos (chicha guazú),  principal vector de la enfermedad de Chagas.

¿Tuvo algún mentor o tutor que le haya marcado u orientado en su línea de investigación?

Mi mentora fue la Dra. Antonieta Rojas de Arias, a quien admiro mucho, con ella me formé, fue quien me encaminó y me inspiró para seguir en la investigación. Tuve la oportunidad de salir a realizar mis estudios de postgrado en el exterior, éramos pocos los que podíamos salir y formarnos fuera del país. En ese entonces, no habían tantas oportunidades como ahora.

Mi formación inició en el 2001, cuando la  Dra. Rojas de Arias me ofreció realizar una pasantía por medio de una Red internacional, de la cual ella formaba parte, en la Universidad Central de Venezuela, en Caracas.

Mi experiencia estudiando en el extranjero fue diferente, quizá un caso especial, se podría decir, porque fui inicialmente para hacer una pasantía por 9 meses, estando ahí recibí una invitación para seguir con mi maestría. Me ajusté a la situación económica y pude culminar mi formación de Máster en Parasitología. Mi beca de 9 meses pasó a  durar 2 años. Cuando regresé al país, estudié el ambiente para ver si podía salir nuevamente a hacer un doctorado.  No duré ni 6 meses en el país y volví a Venezuela para hacer mi doctorado, no tenía beca para ese postgrado, y en ese momento solo había financiación para realizar  nuevamente una pasantía de 4  meses, en este caso en la London School of Hygiene and Tropical Medicine, oportunidad que tampoco desaproveché y pude realizar una  parte de mi tesis doctoral. Cuando regresé a Venezuela me mantuve con el salario de la UNA y tuve la oportunidad de trabajar en proyectos de iniciación científica, cumpliendo con el programa del doctorado.   

En el exterior no era suficiente el salario que percibía de la UNA, pero me ayudó para subsistir en el momento, según la necesidad. Fue bastante dura la experiencia, pero pude llegar hasta el final.

¿Cuántos artículos ha publicado y sobre qué temas?

Aproximadamente, unos 35 artículos, capítulos de libros y resúmenes extendidos. Por otra parte, unos 40 a 50 resúmenes de Congresos Nacionales e Internacionales. Tengo publicaciones en varias líneas, sin embargo, cuento con un mayor número de publicaciones en la línea de los triatominos, pues en esa área inicié mis investigaciones.  Luego, cuando culminé el doctorado comencé a trabajar con la leishmaniosis y actualmente estoy también investigando sobre los mosquitos.

¿Cuál cree usted que ha sido el aporte más significativo que ha dado a la ciencia y al Paraguay en sus años de trabajo?

Toda la información que podamos brindar a través de los resultados de nuestras investigaciones sirve para proponer nuevas estrategias de control del vector. Además, la difusión de la situación dada directamente a las comunidades  mejora la sensibilización de las personas y a partir de allí tratan de protegerse a sí mismas y proteger a sus comunidades. Por otra parte, actualmente, con el proyecto de Aedes aegypti informamos al Ministerio de Salud que los mosquitos adultos son altamente resistentes a los insecticidas, y esto ha ayudado a cambiar sus estrategias de control. Hasta el momento somos pocas personas las que trabajamos en el área de vectores transmisores de enfermedades y falta aún mucho por hacer.

¿Cuáles son las limitaciones para realizar investigación en Paraguay?

La principal limitación es que no existe la carrera del investigador y esto no ayuda a la permanencia de investigadores  en un área específica, principalmente para aquellos que se están iniciando. Sin embargo, en la actualidad, no considero que haya tanta limitación, ya que hace tan solo unos años atrás era muy difícil conseguir fondos para hacer investigación. Ahora existen muchas oportunidades, como los fondos del CONACYT, que nos han ayudado muchísimo tanto para la formación de recursos humanos, el desarrollo de proyectos de investigación, así como para la compra de insumos e infraestructuras para llevar a cabo una investigación.

Creo que solo depende del profesional elaborar una buena propuesta de investigación y someterla a la elección del CONACYT, a través de los pares nacionales e internacionales.

¿Qué sacrificios conlleva hacer investigación en Paraguay?

Para la mujer es un gran sacrificio porque tenemos que dedicarnos, por un lado, a la investigación y por el otro, a la familia. El sacrificio principal es dejar de lado a la familia. Necesitamos un compañero que siempre nos entienda y nos acompañe en todo lo que estamos haciendo, porque si no tenemos ese apoyo, creo que sería imposible. Es un gran sacrificio como mujer llevar adelante la investigación, justamente por todas las actividades que implica ser investigadora activa.

¿En qué se encuentra trabajando actualmente?

Estoy coordinando dos proyectos de investigación del CONACYT y participando como investigadora en otros. Actualmente, me encuentro formando a varios profesionales, que colaboran en nuestra área de trabajo. Además, me desempeño como docente, soy tutora de varios estudiantes de grado y postgrado.

Actualmente, nuestra área se enfoca en estudios con Aedes aegypti, tenemos dos proyectos relacionados a la resistencia a insecticidas y otro a la dinámica poblacional y sus alteraciones genéticas como vector transmisor de varias virosis, así como los cambios que estos sufren a medida que se enfrentan a las variaciones ambientales.

Lo más difícil de trabajar con mosquitos es mantenerlos en el laboratorio y generar grandes cantidades de colonias. Traemos los mosquitos del campo, debemos criarlos en el laboratorio y obtener miles de estos para realizar pruebas de resistencia, por ejemplo, se necesitan entre 900 a 1000 mosquitos por cada prueba, los cuales no son suficientes porque debemos hacer al menos 3 a 5 réplicas de cada ensayo biológico, para decir que el mosquito es resistente. Gracias a los proyectos del CONACYT cuento con personal de apoyo necesario para mantener la colonia.

Por otra parte, buscamos por métodos moleculares, identificar las mutaciones dadas por la frecuente exposición al insecticida. Estas se forman en el genoma del insecto y cuando se enfrentan al insecticida ya no les afecta. Contamos con infraestructura para iniciar diversas pruebas que podrían ser de interés para las comunidades e incluso para las empresas privadas.

También soy tutora de un estudiante de maestría que trabaja probando la actividad de extractos vegetales con efecto larvicida sobre las colonias de mosquitos, prepara varios extractos y realiza las pruebas "in vivo".

Otra línea que tenemos activa está relacionada a la leishmaniasis visceral, tanto en zona de frontera como en el departamento de Caaguazú. Realizamos estudios epidemiológicos, de diagnóstico y pruebas moleculares tanto en caninos como en vectores. 

¿Cuáles son sus sueños o metas relacionados a la ciencia y a la investigación?

Mi sueño es que tengamos la oportunidad de seguir desarrollando proyectos de investigación, para lo cual dependemos de las financiaciones externas. En las instituciones públicas, somos gestores, coordinadores, investigadores y técnicos de campo inclusive. Entonces, el sueño es que sigamos contando con la oportunidad de adquirir infraestructura y con la posibilidad de contratar y formar recursos humanos capacitados. La carrera del investigador debería  ser implementada en nuestro país, de esa forma se asegura la continuidad y se haría sostenible seguir haciendo ciencia en el Paraguay. 

  

¿Qué espera de los jóvenes que se dedican a la ciencia y a la investigación?

Que perseveren, porque si bien hay posibilidad de formar recursos humanos en el país, hay también oportunidades de becas en el extranjero que anteriormente no existían.

Hoy día hay posibilidades de salir del país para formarse, el problema es que cuando vuelven, los jóvenes no tienen una institución en la cual insertarse. Justamente para esto se necesita la carrera del investigador. Por ahora deben tener mucha paciencia, todos hemos pasado por eso de estar mucho tiempo ad honorem en un sitio.

Por eso, le digo a la juventud que sean capaces de aguantar un tiempo así, para ir aprendiendo y formarse a nivel local. No es suficiente la formación en el extranjero y venir con un título sin tener la experiencia local.

¿Le ha pasado algo curioso o anecdótico durante sus investigaciones?

Yo me inicié con estudios sobre Chagas, triatominos, siempre llevé esa línea adelante, cuando regresé de mi postgrado, me di cuenta de que había mucha gente trabajando en esa área, por lo que decidí cambiarla radicalmente. Me interesaban los mosquitos desde años atrás, incluso antes de ir a hacer la maestría, tenía cursos previos sobre el tema. Al cambiar de vector triatominos a los mosquitos me ha ido muy bien, he recibido mucho apoyo y me ha permitido formar redes con investigadores extranjeros.

Conseguí una "profesional en formación" que tenía todas las ganas de formarse e iniciar una  línea de interés a nivel nacional, propusimos un proyecto para Trypanosoma cruzi, pero por circunstancias internas institucionales decidimos trabajar con mosquitos, le cambie radicalmente la propuesta por Aedes aegypti y desde ese momento nos ha ido bastante bien.

Me di cuenta de que haber logrado un PhD en Latinoamérica me enseñó a partir de "0", utilicé las herramientas e implementé un área nueva en el Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Salud (IICS) de la Universidad Nacional de Asunción (UNA). En ese momento era una necesidad porque no había nadie trabajando con mosquitos, estoy hablando del año 2014. Si bien el Ministerio de Salud ya hacia sus trabajos de taxonomía, control y sus trabajos de campo, hasta la fecha lo hacen con otro objetivo, no para hacer investigación.

¿Qué le diría a los que desean dedicarse a la investigación?

Les diría que tengan mucha paciencia y perseverancia, que se debe tener voluntad para ser investigador, porque si pretenden tener un gran salario no serán grandes investigadores. Deben insistir hasta insertarse en un sitio, porque hasta el momento lo difícil es la inserción de los investigadores jóvenes, una vez que logren eso, mantengan la paciencia y continúen perseverando. Deben trazarse una meta y las oportunidades se irán dando, para lo cual es importante trabajar con un equipo y mentores de su área de interés.

Área de la Ciencia: 

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