Investigadores identifican hongos contaminantes en granos de maíz
Una investigación encabezada por la Dra. Juliana Moura categorizada en el Programa Nacional de Incentivo a los Investigadores (PRONII) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) identificó cepas fúngicas productoras de micotoxinas (metabolitos secundarios tóxicos producidos por hongos) en maíz comercializado en la región metropolitana de Asunción, Paraguay. El trabajo se publicó en la prestigiosa revista Microorganisms y fue desarrollado en el Centro Multidisciplinario de Investigaciones Tecnológicas de la Universidad Nacional de Asunción (CEMIT-UNA) con el apoyo de investigadores de Chile y Brasil.
En Paraguay se han adaptado diez subespecies nativas de maíz a las condiciones ambientales del país, las más famosas y consumidas son el conocido como avatí morotí (Zea mays var. amylacea) y el avati locro (Zea mays var. Indurata), que son considerados ingredientes básicos de la cocina nacional. El maíz es uno de los cereales más importantes por su relevancia en la industria y en la alimentación.
Sin embargo, la cosecha y el almacenamiento del grano de maíz suelen ser las etapas más críticas durante la cadena de producción ya que son susceptible a infecciones causadas por hongos o contaminación por micotoxinas. Según las buenas prácticas agrícolas (BPA), los granos deben almacenarse en condiciones de temperatura y humedad controladas, pero, estos estándares no se cumplen con rigurosidad, lo que puede conducir al crecimiento de hongos.
En la investigación se encontró que el hongo Aspergillus sección Flavi es uno de los principales que afecta al maíz en condiciones de almacenamiento debido a su gran variabilidad genética intraespecífica, la identificación precisa de este grupo taxonómico de hongos es difícil.
Para el estudio se adquirieron muestras de las dos subespecies de maíz de locales comerciales en cinco distritos: Asunción, Fernando de la Mora, San Lorenzo, Limpio y Luque. Dichas muestras fueron divididas y llevadas al Centro Multidisciplinario de Investigaciones Tecnológicas – CEMIT, para los diferentes análisis correspondientes, en donde se obtuvieron un total de 521 aislados fúngicos de las muestras de maíz evaluadas.
Los géneros de hongos predominantes fueron Aspergillus, Fusarium y Penicillium. Con base en los caracteres morfológicos, de un total de 291 cepas fúngicas, 211 se identificaron como Aspergillus sección Flavi, grupo que abarca las principales especies de Aspergillus productoras de micotoxinas.
Como conclusión los investigadores mencionaron que el maíz comercializado en el área metropolitana de Asunción constituye un riesgo potencial para la inocuidad de los alimentos y la salud pública, y se insta a la industria a reforzar las medidas de control en su producción y comercialización.
Esta investigación proporcionó el primer conjunto completo de datos sobre la diversidad genética y el potencial aflatoxigénico de las cepas Flavi de la sección Aspergillus de en avatí morotí y locro, los dos ecotipos de maíz de Paraguay.
Según comentó la Dra. Moura, son diversas las consecuencias para la salud humana y animal, dependiendo del tipo de micotoxinas, la cantidad y el tiempo de exposición. Pueden causar intoxicaciones agudas o crónicas. Las aflatoxinas son las más estudiadas, debido a su potencial carcinogénico podrían aumentar el riesgo de desarrollar cáncer, especialmente si la exposición es continuada durante un período prolongado. Además, es hepatotóxica (puede causar daños en el hígado) y teratógena, o sea que tienen el potencial de causar defectos congénitos en los fetos durante el desarrollo prenatal.
Otro efecto preocupante que presentan las micotoxinas en común es la inmunosupresión, que debilita el sistema inmunológico, aumentando la susceptibilidad a infecciones y enfermedades.
Es importante destacar que los niveles de micotoxinas en el maíz pueden variar según factores como las condiciones climáticas, el almacenamiento y el procesamiento del maíz. Para minimizar los riesgos asociados con el consumo de maíz contaminado por micotoxinas, es esencial seguir prácticas agrícolas adecuadas, como el control de plagas y la manipulación y almacenamiento adecuado de los granos. Las agencias reguladoras establecen límites máximos permitidos de micotoxinas en los alimentos para garantizar la seguridad del consumidor.
El artículo denominado “Species Identification and Mycotoxigenic Potential of Aspergillus Section Flavi Isolated from Maize Marketed in the Metropolitan Region of Asunción, Paraguay”, fue publicado por la Dra. Juliana Moura Mendes del CEMIT en conjunto con Cinthia Cazal Martínez, Cinthia Rojas y Andrea Arrúa del CEMIT; Francisco Ferreira de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UNA; Pastor Pérez Estigarribeña de la Facultad Politécnica de la UNA; Nathalia Días y Cledir Santos de la Universidad de la Frontera (Chile); Patricio Godoy de la Universidad Austral de Chile; Jéssica Costa de la Univesidade Federal do Amazonas (Brasil). También contaron con el soporte técnico en laboratorio de Carolina Toledo y Domitila Villalba del CEMIT.
La investigación contó con el financiamiento del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) a través del proyecto “Identificación de cepas potencialmente toxigenicas de Aspergillus en variedades de maíces criollos” y de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) de Chile.