Ramón Fogel
Con una trayectoria destacada, las principales líneas de investigación del Dr. Fogel se centran en la sociología del desarrollo y los movimientos sociales. Su trabajo ha abordado dinámicas de desarrollo, procesos agrarios, políticas públicas y su impacto en grupos vulnerables, generando un corpus de conocimiento fundamental para comprender la realidad social del Paraguay. Es Doctor en Derecho y Ciencias Sociales por la UNA, Master en Ciencia Política por FLACSO Chile, PhD. en Sociología por la Universidad de Kansas, Investigador del CERI y miembro del Consejo Académico de FLACSO Paraguay. Fue Consejero del CONACYT y miembro de su Comisión Científica Honoraria. Tiene más de 30 libros escritos y un centenar de publicaciones en revistas científicas. Actualmente, se encuentra categorizado en el Nivel III del Sistema Nacional de Investigadores (SISNI).
¿Cuándo y cómo nació su interés por la investigación científica?
A fines de la década del 60 del siglo pasado trabajando con organizaciones campesinas la necesidad de sistematización de la experiencia en un contexto de débil desarrollo de las ciencias sociales me llevó a investigaciones preliminares.
¿Por qué decidió dedicarse a la investigación?
Era una forma de contribuir a la sociedad llenando una laguna de conocimiento, existía la necesidad de producir conocimiento desde adentro superando; el ensayo y la filosofía social, aunque útiles no eran ya suficiente.
¿Cuáles son sus principales líneas de investigación?
Sociología del desarrollo y movimientos sociales.
¿Tuvo algún mentor o tutor que haya marcado u orientado su línea de investigación más importante? Si lo tiene ¿Quién es o fue, y qué fue lo que más le inspiró de esa persona?
El malogrado profesor de FLACSO Chile, Enzo Faletto completamente compenetrado con la Teoría social, particularmente con el enfoque de Max Weber, despertó mi interés en el estudio de relaciones de poder y dominación. Su notable empatía facilitaba los intercambios.
¿Cuántos artículos ha publicado? ¿Sobre qué temas?
A lo largo de los años más de un centenar, sobre dinámicas de desarrollo y procesos agrarios, movimientos sociales, y políticas públicas considerando su impacto en grupos vulnerables, básicamente.
¿Cuál cree usted que ha sido el aporte más significativo que ha dado a la ciencia y al Paraguay en sus años de trabajo?
La formación de investigadores jóvenes y la ruptura epistemológica planteada a fines del siglo pasado con un enfoque transdisciplinario, que abarca intercepciones entre ciencias sociales y ambientales, ciencias sociales y biomédicas.
¿En qué se encuentra trabajando actualmente?
Actualmente estoy profundizando con investigadores jóvenes el estudio de movimientos sociales mesiánicos, un fenómeno recurrente en nuestra sociedad.
¿Cuáles son sus sueños o metas relacionados a la ciencia y a la investigación?
Por una parte, que se profundice y socialice la producción de conocimientos sobre efectos colaterales del desarrollo científico tecnológico, y por otra que se actualice una agenda de investigación que responda a las necesidades de nuestro país que requieren priorización. Otra utopía: que lo virtual, siendo importante no reemplace a lo real.
¿Qué espera de la juventud que se dedica a la ciencia y a la investigación?
En ciencias sociales que orienten sus esfuerzos a sujetos de estudio sin considerarlos objetos de estudio, y que tengan presente que la investigación puede ser útil tanto para reproducir la sociedad actual o para transformarla.
¿Le ha pasado algo curioso o anecdótico durante alguna investigación?
En cuanto a anécdotas, son tantas que pueden llenar un libro. Considerando solo un caso: el CERI, Centro con el cual investigo, participó en un concurso propiciado por la OMS con una propuesta sobre la conducta reproductiva de la mujer en áreas rurales de Itapuá y la propuesta resultó ganadora. En la estimación de la tasa de fecundidad apostamos a la Ley de los Grandes Números y a la Teoría de la Probabilidad, y a resultas de la elección aleatoria de hogares del marco muestral fuimos a lugares distantes de los centros urbanos y con caminos poco transitables; así, fuimos, por ej. a Arroyo Frazada distante más de 15 kilómetros del centro urbano de San Pedro del Paraná.
Ya en la diseminación de los resultados invitamos, en el Hotel Guaraní, a las partes que podían tener interés y grande fue la sorpresa cuando el director de un prestigioso centro especializado afirmó que la tasa de fecundidad conforme a sus estudios era inferior a la estimada por nuestra investigación. Ya con la duda instalada y cuando estábamos por ofrecer un refrigerio de despedida fue llegando el Director de Estadísticas y Censos, disculpándose por su llegada tardía justificada porque acaban de terminar los cómputos del censo nacional de población y viviendas (de 1992) con resultados que validaban nuestra estimación. Fue una gratificación al rigor en la aplicación del método, sin sustituir en la muestra viviendas rurales por urbanas (con tasas más bajas de fecundidad).
En el componente cualitativo de la misma investigación que requería entrevistas con mujeres en edad fértil, una potencial entrevistada rodeada por miembros de la familia extensa, indicó que no podía acceder a la entrevistada con un desconocido sin la autorización de su marido. En esas circunstancias me retiré agradeciendo que me hayan recibido. Ya a la tarde, cuando me retiraba de la comunidad, se me cruzó en el camino la campesina en cuestión, me pidió disculpas y me señaló que sus suegros, presentes en aquel momento la hubieran recriminado si hubiese accedido a la entrevista. En ese caso el contexto inmediato fue decisivo.
¿Qué les diría a los que desean dedicarse a la investigación?
Que trabajar en ciencia es apasionante, pero que, al mismo tiempo, es una carrera de fondo, con muchos altibajos. Requiere mucha dedicación y paciencia. La investigación científica implica trabajar en equipo, estar en un ambiente motivador y estimulante es fundamental. Por este motivo también es muy importante la calidad de la educación, el postgrado, el tutor/a y el grupo de investigación donde van formarse como investigadores.
Finalmente, podría contarnos ¿cómo ha avanzado la investigación en el país?
Indudablemente el CONACYT y básicamente sus programas PROCIENCIA y PRONII permitieron un avance significativo del desarrollo científico y tecnológico, pero aún existe una brecha importante entre lo logrado y las necesidades de nuestra sociedad.
Algunas curiosidades:
A continuación, compartimos algunos hitos importantes en la carrera del Dr. Fogel: "Un ámbito importante en el impacto buscado por mis investigaciones y la difusión de sus resultados es el de los decisores que pueden revertir situaciones indeseables. A veces los decisores operan en la arena internacional y requiere discusiones a ese nivel. Eso me llevo en 1981 a presentar una ponencia en el annual meeting de la American Anthropological Association en Phoenix Arizona sobre los impactos negativos de los grandes proyectos en las comunidades indígenas. The invisible Guaraní, en coautoria con Robert Smith, se publicó antes, como paper en Lawrence Kansas. Como derivación de mi ponencia antropólogos del Banco Mundial y del BID promovieron las normas de salvaguarda para la protección y mitigación de los efectos negativos en los grupos vulnerables, de observancia obligatoria hasta hoy".
"Mi experiencia como profesor invitado en la Universidad de Austin en Texas, en 1983, me permitió intercambios académicos enriquecedores, y las relaciones con colegas que se iniciaron entonces continúan hasta hoy".
"Un artículo de mi coautoría publicado por Journal of Agrarian Change fue descargado 860 veces Abril 2017 y mediados del 2019".
"El capítulo en coautoría publicado en Concentración económica y poder político en América Latina, CLACSO fue descargado 33000 veces en los primeros tres meses del 2020".
