Investigadores del CONACYT señalan aumento en la violencia contra la mujer desde el inicio de la cuarentena

Lun, 06 Abr. 2020 | 13:00

El Equipo del Área Social, liderado por la Dra. Mirtha Alfonso del Comité Científico para la Contingencia contra el COVID-19 que es coordinado por el Ing. Eduardo Felippo, Ministro Presidente del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología – CONACYT,  insta a los medios periodísticos a contribuir con la delicada situación que está viviendo la sociedad paraguaya durante la cuarentena, evitando la publicación de hechos que promuevan la violencia telemática mediante imágenes de mujeres que han sido víctimas de feminicidio.

Los datos obtenidos del Ministerio Público señalan un aumento de violencia de género, sobre todo la doméstica y/o familiar durante la cuarentena. Se registró el ingreso de 80 casos por día en lo que va de marzo del corriente, una diferencia considerable con relación al mismo mes del año pasado, en el que se tuvo en promedio 59 casos denunciados. En tanto que, en los juzgados de paz de la República del Paraguay, se procesó 987 denuncias por violencia doméstica, a partir de la declaración de emergencia sanitaria. Sin dejar de mencionar los casos de feminicidio e intento de feminicidio ocurridos recientemente.

El Estado cuenta con mecanismos tradicionales para atender a las demandas de las víctimas, sin embargo, la Pandemia del COVID-19 es una variable importante que puede ocasionar que dichos conductos no puedan ser utilizados por ellas, debido al encierro obligatorio.

La condición de confinamiento puede ocasionar un impacto diferenciado en la violencia contra las mujeres, niñas y adolescentes, pues la cuarentena podría exacerbar los niveles de abusos físicos o sicológicos ya sufridos por este sector de la sociedad.

Todavía el hogar es el lugar más peligroso para las mujeres y las niñas. Las condiciones de hacinamiento de las familias paraguayas, apoyado por la situación de encierro podría ser un detonante para la violencia. Las mujeres no salen a trabajar, el agresor tampoco, por lo que los niveles de riesgo aumentan, sumado a las condiciones mentales y de estrés que trae como consecuencia el confinamiento y que se constituyen en grandes disparadores de violencia.

Las mujeres y las niñas no pueden salir y realizar la denuncia correspondiente, entonces se deben tomar otras medidas como: la creación de mecanismo de aplicaciones telemáticas en donde las mujeres puedan presionar un botón y denunciar; se deben crear vías de inmediata reacción, que los teléfonos pueden notificar a círculos más cercano, por ejemplo los vecinos o familiares y que de inmediato puedan rescatar a la mujer; limitar la venta de alcohol como medida de detención de un posible disparador de violencia; recabar información en los espacios de concurrencia de las mujeres como por ejemplo las farmacias y las despensas del barrio, etc. Además, se insta a las personas a denunciar cualquier hecho de violencia contra la mujer al 137 o al 911.

Con el confinamiento, se deben crear otros mecanismos alternativos para proteger a la mujer, a la niña y a la adolescente, y de esa manera mitigar los riesgos al que se encuentran expuestas por el aislamiento social.

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