Investigadores proponen indicadores de conservación para mejorar la biodiversidad
Un estudio llevado a cabo por varios investigadores, analizó la razón por la cual el compromiso global hacia la expansión de las áreas protegidas no ha brindado los beneficios de conservación esperados. Los expertos proponen un nuevo objetivo y un conjunto de indicadores que pueden reforzar las iniciativas de conservación global y conducir a resultados positivos de biodiversidad.
El Dr. Alberto Yanosky, investigador de Guyra Paraguay, categorizado en Nivel III del Programa Nacional de Incentivo a los Investigadores (PRONII) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), forma parte del equipo de trabajo.
En el 2010, las partes en el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) se comprometieron con el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020 y sus 20 "Metas de Aichi para la Diversidad Biológica". Al adoptar el plan y los objetivos que lo acompañan, los Gobiernos prometieron limitar la pérdida de biodiversidad protegiendo los hábitats naturales y expandiendo las áreas protegidas al 17% de las zonas terrestres del mundo y al 10% de los océanos para 2020.
Si bien se lograron avances sustanciales en cuanto a la expansión de la cantidad y el tamaño de las áreas protegidas en todo el mundo, la biodiversidad sigue disminuyendo, tanto dentro como fuera de estas áreas. Además, la ubicación y los recursos de la mayoría de las áreas protegidas han sido deficientes, ya que se han establecido nuevas áreas protegidas en lugares que, aunque a menudo son remotas y muy grandes, tampoco son importantes para la biodiversidad o no están amenazadas de inmediato, y por lo tanto tienen poco valor de conservación. Esta tendencia también se extiende a los océanos y los humedales.
Un estudio publicado en línea por la revista Science este jueves 11 de abril de 2019 examinó por qué el compromiso global hacia la expansión de las áreas protegidas no ha brindado los beneficios de conservación esperados, y cómo debería ser una nueva propuesta para abordar los problemas con el objetivo anterior.
El estudio señala varios problemas importantes con la Meta 11 de Aichi, que tiene un enfoque particular en las áreas protegidas. Este objetivo abarca una serie de aspectos que incluyen el uso de objetivos de área de porcentaje, que se centran en la cantidad de lo que se está protegiendo, en lugar de la calidad, y el uso de medidas sustitutivas para la conservación efectiva a fin de garantizar que las áreas protegidas produzcan resultados positivos.
También se detecta un enfoque limitado en cuestiones del hábitat como una forma de la representación de toda la biodiversidad, según los investigadores, no está respaldada por evidencia y ha dado lugar a grandes brechas en la conservación de especies.
La nueva meta requiere un monitoreo sistemático en todos los sitios globales de importancia para la biodiversidad, como las Áreas Clave para la Biodiversidad (KBAs), para determinar si las prácticas de manejo prevalecientes son efectivas para retener o restaurar el valor de la biodiversidad de un área.
El equipo sugiere emplear métodos como las técnicas de detección remota para evaluar problemas como la deforestación y evaluar los impactos y amenazas a las especies. Este enfoque puede complementarse con un monitoreo sistemático en el sitio, que pueden aplicarse en grandes redes de sitios utilizando las bases de datos disponibles y los datos históricos para establecer tendencias de referencia. Según los investigadores, esto permitirá a los países actuar localmente estableciendo objetivos nacionales y regionales, al mismo tiempo que enmarcarán sus acciones dentro de una agenda global de biodiversidad.
“Las áreas protegidas son la herramienta principal de la que disponemos para la conservación de la biodiversidad, y deberían representar dicha diversidad y ser seleccionadas, administradas y evaluadas efectivamente; para ello necesitamos objetivos claros que puedan medir el estado y las tendencias dentro de estos sitios únicos. Medirlos por la extensión o superficie, o por número, no es suficiente”, destacó Yanosky.
Las naciones signatarias del Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica establecerán un nuevo Plan Estratégico 2021-2030 en la 15ª conferencia de las partes del Convenio, que se celebrará en Beijing, China, en octubre de 2020. Actualmente están buscando aportes de científicos y partes interesadas para avanzar sobre el plan estratégico. Este documento proporciona una guía clara sobre cuál debería ser el próximo objetivo para las áreas protegidas para mantener o restaurar la biodiversidad en un buen estado de conservación para 2030.
Referencia:
- Visconti P, Butchart S, Brooks T, Langhammer P, Marnewick D, Vergara S, Yanosky A, Watson J (2019). Protected area targets post-2020: Outcome-based targets are needed to achieve biodiversity goals. Science 19 APRIL 2019 • VOL 364 ISSUE 6437