Mejoran resistencia de la soja contra enfermedades causadas por hongos
La enfermedad pudrición carbonosa de la raíz y tallo es producida por el hongo Macrophomina phaseolina. Este, es un hongo fitopatógeno del suelo, y según estudios realizados en el Paraguay, se encuentra distribuida en los suelos más productivos, además es un hongo polífago, esto significa que puede afectar a alrededor de 500 especies de plantas. Investigaciones sobre la virulencia de este patógeno indican que, además de la especie de planta hospedera, la afectación y agresividad que puede presentar en campo dependen de las condiciones ambientales, principalmente, las altas temperatura y baja humedad del suelo. Estas condiciones hacen que se busquen estrategias para superar la susceptibilidad a este patógeno.
El equipo de investigadores liderado por el Ing. Antonio Samudio, categorizado en el Sistema Nacional de Investigadores (SISNI) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) publicó los hallazgos más resaltantes en la revista científica MethodsX, editada por Elsevier, bajo el título “Determinación del método de inducción de mutaciones por radiación gamma en soja (Glycine max L. Merrill) para la tolerancia a la pudrición carbonosa producida por el hongo Macrophomina phaseolina (Tassi Goid.)”. La publicación fue realizada en el marco del proyecto denominado “Comportamiento de soja (Glycine max) y sésamo (Sesamum indicum) inducidas a mutación por radiación gamma frente al hongo Macrophomina phaseolina” financiado por el CONACYT, a través del Programa PROCIENCIA con apoyo del FEEI.
El objetivo principal es explorar estrategias biotecnológicas que permitan mejorar la resistencia de los cultivos sin necesidad de recurrir a modificaciones genéticas transgénicas, lo que representa una alternativa más viable para mercados con regulaciones estrictas sobre el uso de organismos genéticamente modificados.
La metodología empleada en la investigación consistió en exponer semillas de soja a distintas dosis de radiación gamma, con el fin de inducir mutaciones aleatorias en su material genético. Posteriormente, estas semillas fueron sembradas y evaluadas en diferentes condiciones ambientales para analizar su comportamiento frente a la infección por Macrophomina phaseolina. Se identificaron dosis óptimas de radiación que promovieron la aparición de variantes con una menor tasa de infección y un mayor vigor, lo que indica una posible mejora en la tolerancia a la enfermedad. Estas líneas mutadas fueron comparadas con plantas no irradiadas, observándose diferencias significativas en su respuesta al patógeno.
La reducción de pérdidas por enfermedades permitiría mejorar la rentabilidad del cultivo y reducir la dependencia de insumos químicos, contribuyendo a una producción más sostenible. Asimismo, el uso de técnicas de mejoramiento genético no transgénico abre nuevas oportunidades para la exportación de soja paraguaya a mercados internacionales con regulaciones estrictas sobre organismos modificados genéticamente.
Este tipo de investigaciones reflejan la importancia de la inversión en ciencia y tecnología para fortalecer el sector agrícola. La biotecnología aplicada a la mejora de cultivos prepara el camino para una agricultura más resiliente ante el cambio climático y las amenazas fitosanitarias emergentes. La combinación de enfoques innovadores, como la mutagénesis inducida por radiación gamma, con prácticas agrícolas sostenibles garantiza la seguridad alimentaria y el desarrollo económico del país en el futuro.
Además del Ing. Samudio, forman parte del equipo de investigación el Dr. Héctor Nakayama, la Dra. Gloria Resquín, el Ing. Wilson Romero, Oscar Vega, Benito Ortega de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Asunción (FCA – UNA); el Ing. Juan Benítez del Centro Multidisciplinario de Investigaciones Tecnológicas (CEMIT/UNA); el Ing. Pablo Caballero del Ministerio de Agricultura y Ganadería y la Dra. Caridad Gonzáles, del Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas de Cuba.