Analizan la transgénesis natural y los desafíos regulatorios de la edición genómica

Mié, 02 Jul. 2025 | 14:54

  

Profesionales categorizados en el Sistema Nacional de Investigadores (SISNI) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) en conjunto con otros investigadores publicaron dos artículos científicos que traen a debate los organismos genéticamente modificados (OGM) al mostrar, por un lado, que la transgénesis puede ocurrir de forma natural en las plantas y, por otro, que los marcos regulatorios actuales podrían no estar alineados con esta realidad.

El primer artículo denominado “Plantas transgénicas naturales y la necesidad de repensar los desencadenantes regulatorios en biotecnología” menciona que, por décadas, se asumió que los OGM eran exclusivamente el producto de la manipulación genética en laboratorios. Sin embargo, estudios genómicos demostraron que numerosas especies vegetales contienen secuencias de ADN foráneo adquiridas mediante un proceso natural conocido como transferencia horizontal de genes (HGT). Este fenómeno, común en bacterias, también se documentó ampliamente en plantas, especialmente en especies como Nicotiana e Ipomoea batatas (batata), cuyos genomas albergan fragmentos de ADN bacteriano, en particular de Agrobacterium.

Estas plantas “naturalmente transgénicas” integran y heredan genes exógenos, lo que las convierte funcionalmente en OGM, aunque no hayan pasado por un laboratorio. Esta evidencia desafía la clasificación tradicional entre organismos "naturales" y "modificados", revelando que la frontera entre ambos es más difusa de lo que se pensaba.

Los autores de este artículo son Danilo Fernández Ríos, Andrea Alejandra Arrúa, Silverio Andrés Quintana Arrúa, categorizados en el SISNI del CONACYT y Nidia Benítez Candia, María Florencia Goberna, Eva Nara Pereira y Andrés Castro Alegría.

El segundo artículo denominado “Desafíos regulatorios e implicaciones comerciales globales de la edición genómica en la agricultura”, se centra principalmente en los desafíos regulatorios de la edición genómica, destacando cómo esta nueva realidad científica obliga a repensar los marcos legales que rigen la biotecnología agrícola. Muchos países, especialmente en Europa, aún regulan los cultivos genéticamente modificados en función del método utilizado para generarlos. Bajo este enfoque, se exige una evaluación exhaustiva de bioseguridad a los productos modificados mediante herramientas como CRISPR, incluso si los cambios introducidos son idénticos a los que ocurren espontáneamente o mediante mejoramiento tradicional.

En contrapartida, países como Argentina, Brasil, Canadá e India optaron por marcos basados en el producto final, es decir, regulan de acuerdo con las características del organismo resultante y no por la técnica utilizada. Este enfoque promueve la innovación, reduce los costos regulatorios y amplía el acceso a nuevas tecnologías por parte de pequeñas empresas y centros de investigación públicos. La coexistencia de plantas naturalmente transgénicas y cultivos desarrollados con nuevas técnicas de mejoramiento (NBT) pone en evidencia las limitaciones de una regulación centrada en el proceso. 

Los autores del segundo artículo son Danilo Fernández Ríos, Andrea Alejandra Arrúa, Silverio Andrés Quintana, Pilar Gómez Paniagua, Gustavo René Brozón, Moises Santiago Bertoni Hicar, Andrés Castro Alegría y María Florencia Goberna.

Ambos artículos coinciden en que la regulación de la biotecnología debe evolucionar hacia un enfoque más coherente, proporcional y basado en evidencia científica, donde lo importante sea el riesgo real del producto y no el método por el cual fue desarrollado.

En un mundo que enfrenta desafíos urgentes como el cambio climático, la inseguridad alimentaria y la pérdida de biodiversidad, adoptar marcos regulatorios modernos y adaptativos podría ser fundamentales para aprovechar todo el potencial de la biotecnología agrícola, sin comprometer la seguridad ni el bienestar de las personas y el ambiente.

Etiquetas: